Hoy como cada lunes ¡Os presentamos otra de las historias que las paredes de nuestros despachos Coworking han vivido!

Como ya os hemos repetido, un coworking permite no sólo trabajar con más gente sino también conocer a más gente y, en consecuencia, se abre delante nuestro un mundo mucho más amplio de oportunidades tanto laborales como personales. Trabajar sólo en casa o en un despacho único impiden la relación y la interacción con los otros, privándonos de un mundo lleno de oportunidades.

Si la historia que os contábamos la semana pasada tenía de escenario principal Alemania, hoy nos vamos de restaurante; la historia de hoy empieza tomando un café y termina ¡con una buena comida, ¡Así que ya podéis empezar a abrir boca!

Los protagonistas son dos de nuestros coworkers, Úrsula y Jose Mª: la historia empieza cuando, un día hablando en un descanso de sus trabajos, Úrsula cuenta que su familia gestiona un restaurante en la ZAL de Barcelona y estaban buscando maquinaria para su restaurante. Jose María, que vende material de Hostelería a toda España, ofreció a Úrsula los productos de su empresa para el restaurante. Éste descanso del trabajo permitió a la familia de Úrsula encontrar un proveedor de confianza y  para Jose María supuso ampliar su zona de negocios dándose a conocer en la ZAL de Barcelona. Lo que empezó como un café, se convertía ahora para ambos coworkers una oportunidad de negocio que beneficiaba a los dos.

Una prueba, otra vez más, de las ventajas que nos da el coworking para relacionarnos con otras personas y poder crear sinergias entre nosotros ¡positivas para ambas partes!

- Historias de Coworking: del Café al Restaurante

adeQuat

 

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