El pasado sábado 5 de marzo se celebró el Día Mundial de la Eficiencia Energética, y con motivo de ésta celebración queremos compartir un artículo publicado a El Diario que destaca los mejores métodos para ahorrar dinero cuidando la eficiencia energética.
La importancia de la mejora en la Eficiencia Energética pasa por dos ejes centrales: el primero, reducir contaminación en el planeta y crear una sociedad menos dependiente de energías contaminantes, y la segunda, ahorrar dinero. Tal y como se recoge en el artículo, la situación actual en el planeta es crítica: el cambio climático y el agotamiento de los combustibles fósiles aumentan el precio de la energía, y los impactos ecológicos augmentan con él. Los pasos que se recogen en éste artículo determinan que, cuidando la Eficiencia Energética, una persona puede ahorrar entre un 10% y un 20% de la energía que consume. y hasta un 50% o más si se pusieran en marcha las medidas de sustitución de combustibles.
“El aumento de las emisiones de CO2 es una amenaza directamente relacionada con un modelo energético centrado de los combustibles fósiles. Frente a ello, la eficiencia energética coloca en el centro del sistema al consumidor, para que sea él quien decida cómo hacer uso de la energía. Es la principal transformación de un modelo energético descentralizado. Cualquier compromiso de reducción de CO2 va a depender de que la eficiencia energética sea la primera política energética.”
Compartimos pues, los 7 retos que Javier García Breva recoge en el estudio «La ciudad sostenible y los nuevos modelos de negocio energético», para mejorar la Eficiencia Energética tanto en nuestra rutina cotidiana como por lo que se refiere al cambio de normas y políticas de los edificios:
- La rehabilitación de edificios, que se está implantando progresivamente en nuestras ciudades.
- La certificación energética, que tiene que hacerse más visible para ganar la confianza de los consumidores.
- La contratación pública, que incorpore la eficiencia energética a la hora de la compra y adquisiciones de las Administración Pública.
- Contadores inteligentes, ya que la mayor información que aportan a los consumidores necesita el apoyo de otros servicios energéticos, como asesoramiento a medida y facilidades de financiación.
- Energía renovable en los edificios, que está aumentando pero con grandes barreras para la venta de excedentes a la red.
- Políticas sectoriales que hagan efectiva la transición hacia una economía baja en carbono. Hace falta más cooperación entre ministerios para lograr un verdadero cambio de hábitos en el uso de la energía.
- Planes de ahorro de energía basados en los beneficios de la eficiencia energética y el uso de energías renovables. No solo por el ahorro de costes y reducción de emisiones de CO2, sino porque mejoran la competitividad, reducen las importaciones energéticas, permiten innovar tecnológicamente, crean empleo de calidad y diversifican la economía.
El estudio, tal y como se recoge en «El Diario» concluye afirmando que la «Eficiencia Energética es la política más creíble de la Unión Europea y es una prioridad en los fondos europeos de aquí a 2020″. En el artículo se destaca también que «los Ayuntamientos son como el principal actor en el progreso del ahorro energético por su impacto en el desarrollo económico local», y promueven iniciativas como Ecooo para que los municipios pongan en marcha mesuras para reducir el impacto energético.
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